Urgente Formosa: comunidad Wichí de Palo Santo denuncia tráfico de órganos
Una joven de 18 años fue trasladada al Hospital de Formosa para ser operada de apendicitis. Allí falleció pero los integrantes de la comunidad descubrieron que la mujer tiene 3 cortes en el estómago, 6 en la garganta y demás signos que no se corresponden con una intervención habitual de apéndice. Indignación en la comunidad.
La joven fue acompañada al hospital por su esposo con el que tiene dos hijos de 4 y 6 años, apenas hablan castellano ellos. Ayer volvieron en la ambulancia, el hombre con la mujer fallecida. La comunidad tiene por costumbre revisar el cuerpo porque ya ha sucedido que los llevan por una cosa pero les envían de vuelta los cuerpos con cortes, suturas brutales, y vacíos por dentro, lo que no se corresponden con los motivos por los cuales acudieron a consultar.
En este caso la mujer tiene 3 cortes en el estómago, esta cocida brutalmente como si fuera una el acordonado de una zapatilla, dijeron, y además tiene 6 cortes en la garganta. Adentro el cuerpo está vaciado. En el último tiempo es el segundo caso que sufre la comunidad así. Que también se ha dado de tal forma en la zona en la comunidad Wichí que ocupa el Barrio de las 50 viviendas en Ingeniero Juárez. Y es algo habitual que suceda con personas de las Comunidades indígenas.
La gente que padece esto es gente que mantiene su vida con el monte conserva el idioma Wichí, y el arraigo a la tierra que detentan los poderosos. Se da a difusión para que tomen cartas en el asunto organismos y personas que puedan hacer las correspondientes gestiones para la denuncia y el esclarecimiento.
Estas prácticas se perpetúan por el terror y el miedo, son parte del plan sistemático de exterminio indígena y el trato inhumano al que son sometidos. Nada peor que estas cosas les pueden hacer ya ni nada más de esto podemos permitir.
Hay pruebas, testigos, valor de las comunidades para denunciar, falta quien tenga acceso a viabilizarlas que lo lleve a fondo, denuncie, cesen este tipo de prácticas sistemáticas, avaladas hasta ahora por todos los que tienen conocimiento y lo dejan pasar, así como por los partícipes, que los hechos se esclarezcan paguen los responsables.
Y sobre todo haya juicio y castigo a los responsables políticos y materiales, de que estas prácticas sistemáticas se mantengan, para que nunca más vuelva a suceder. Si no es de esa forma estamos librados a la justicia por mano propia, porque el miedo y el silencio ya está visto que no es solución, y el detener tanto atropello es una necesidad que de un modo u otro se va a dar.
Cuánto daño más y este tipo de cosas, como todas las muertes por causas evitables, que en Argentina son 25, no número, sino niños, mujeres, ancianos, personas, seres humanos, seres vivos, tierra, agua, aire, energía, como todos, y más, con espíritu indio, cultura, idioma, arraigo; y por la inhumanidad con que se trata a los excluidos del sistema, que son personas, que lo tienen en su poder, imputable, son ricos, ambiciosos, sin escrúpulos, que detenta no solo la tierra como mercancía, sino a las personas comerciando hasta con sus órganos vitales. Las organizaciones de médicos deben repudiar estos hechos, investigar internamente y denunciar por sí también, ensucian su profesión, porque se llevan a cabo en complicidad con colegas suyos corruptos, que con las prácticas que realizan no pueden ejercer y debe ser procesados.
El silencio es complicidad y no puede ser que no se hayan enterado de este tipo de cosas, y que si lo han hecho se naturalicen, y se dejen pasar, eso es complicidad, entre médicos y quien sea que tenga conocimiento y que guarde silencio, ni que no haya en torno a estos criminales, gente honesta que tome contacto y haga las denuncias. Este tipo de prácticas se lleva a cabo con la complicidad de muchas personas que no merecen ni los buenos días, ni que le peluquero les corte el pelo, ni el verdulero les venda fruta, no merecen llamarse humanos, mucho menos médicos, funcionarios, o lo que sea que participa de estos hechos para que continúen sucediendo.
Dos niños han perdido a su mamá, la Comunidad Wichí llora, todos lloramos, de dolor y de rabia, nos hagan lo que nos hagan, no podemos callar ni dejarlo pasar, para que esta situación se siga perpetuando y seguir llorando y doliéndonos por lo que perfectamente se puede evitar y tiene responsables con nombre y apellido que si dejan de ser impunes ya no podrán.
Contacto Francisco Fabricio Díaz, la línea es personal y se ruega si van a llamar que carguen crédito para no dejar incomunicados, y si hacen notas, que reenvíen para reenviar: 03717 15361943
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