Río Cuarto. “Pensar que la única manera de producir es usar agroquímicos, cuando la agricultura tiene 10 mil años y los agroquímicos 50, es una visión demasiado corta. La agricultura orgánica no sólo es posible sino que ya se está haciendo”, afirma Claudio Sarmiento, ingeniero agrónomo, investigador de agroecología en la Universidad Nacional de Río Cuarto.
En el mundo hay 31 millones de hectáreas manejadas orgánicamente en 120 países. Es una muy mínima parte del total cultivado, pero existe.
Argentina es el segundo productor mundial con 3,8 millones de hectáreas certificadas en 2011 y una producción de 138 mil toneladas de alimentos orgánicos, 135 mil de origen vegetal y el resto, animal, principalmente carne, lana, miel y dulce de leche. El primer productor es Australia, con 12 millones de hectáreas.
Según Sarmiento, en Córdoba están certificadas unas 39 mil, en 28 establecimientos. Para dimensionarlo, en la provincia hay más de siete millones de hectáreas en producción agrícola. Lo orgánico, entonces, representa el 0,5 por ciento.
En debate. El tema de la agricultura orgánica aparece en medio de las crecientes discusiones sobre la legislación en materia de fumigaciones rurales en campos pegados a áreas urbanas. Quienes reclaman por crear zonas de resguardo sin ninguna aplicación de agroquímicos plantean que en esos lotes pegados a áreas pobladas podría inducirse a esa agricultura sin químicos. Pero buena parte de la biblioteca en materia de rural señala que lo orgánico es, por modalidad, mercado y costos, un nicho muy reducido, no trasladable a extensiones tan amplias.
“En los conflictos por las zonas periurbanas vemos como dos polos, unos quieren hacer soja y otros no quieren que se haga nada, pero en el medio hay un montón de cosas para hacer, a lo mejor son difíciles y menos rentables pero son factibles”, sostiene Enrico Cresta, con un campo de cultivo orgánico en el sur cordobés e integrante del grupo “Pampa Orgánica” que reúne a 12 empresas productoras del país.
“En las zonas periurbanas se juega muchísimo. Es importante aportar algo que podría ser un camino de solución para un problema real. Nosotros no usamos semillas transgénicas, ni herbicidas, porque si bien productivamente son herramientas excelentes, tienen una contraparte negativa en lo ambiental y para la gente que trabaja con los productos y la que lo va a consumir”, señala Cresta.
Mientras, el agrónomo Sarmiento explica: “Existe producción orgánica en Argentina, aunque es algo desconocido por la gente común. Además de lo que está certificado con normas argentinas están los que cumplen con la normativa de Estados Unidos. En la provincia, por ejemplo, tenemos bastante olivo y aromáticas, hay agricultura y ganadería orgánica”, relata.
El ingeniero, asesor del grupo Cambio Rural del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta), admite que la agricultura orgánica requiere un continuo monitoreo y control, por ejemplo para seguir los ciclos de los insectos.
“Lo orgánico tiene mejor precio y menos retenciones. El rinde siempre depende de la habilidad de cada productor. Para el productor es complicado porque es un terreno desconocido. Pero hacer soja orgánica es fácil, porque es una planta muy rústica. Es más difícil hacer maíz por el tema de la competencia con las malezas, pero se puede recurrir al laboreo mecánico y al cultivo de cobertura, que es como un colchón para sembrar, le aporta fertilidad al suelo y le resta luz a los yuyos”, detalla.
En Córdoba hay 28 establecimientos agropecuarios que se dedican a la producción orgánica. Desde Alta Gracia se exportan espárragos a Estados Unidos e Inglaterra. En el sur cordobés, hay tres campos, dos en la zona de Alejo Ledesma y Arias y otro entre Río Cuarto y La Carlota.
Cresta es integrante del Movimiento Argentino para los Productos Orgánicos (Mapo). “Empecé en 1995, estamos haciendo ganadería pastoril, como base de la rotación, maíz y soja orgánicos, en unas 500 hectáreas, y poco de girasol, porque como ese cultivo se abandonó en la zona se nos vienen todos los pájaros”, cuenta.
“Hemos tenido problemas técnicos que nos complicaron el manejo productivo, pero estoy conforme y contento. La parte económica me ha costado un poco, la soja transgénica la hacés por teléfono, en cambio acá tenés que estar encima, seguir todo, cada proceso es por prueba y error”, concluye Cresta.
Qué es la agricultura orgánica
Definida por ley. La ley 25.127 define como orgánico “todo sistema de producción agropecuario (...) sustentable en el tiempo y que mediante el manejo racional de recursos naturales y evitando el uso de los productos de síntesis química y otros de efecto tóxico real o potencial para la salud (...) brinde productos sanos, mantenga o incremente la fertilidad de los suelos...”.
Comentarios