A pesar de ello, los campesinos, entre los cuales hay numerosas mujeres y niños, no detuvieron su avance e hicieron retroceder a los guardias, de acuerdo con lo informado por corresponsales de la prensa local.
Inmediatamente después, iniciaron la colocación en el lugar de más de 300 carpas en las cuales se instalaron con la decisión de permanecer hasta que se les entreguen tierras, reclamo hecho desde hace varios años sin solución oficial alguna.
El fiscal Diosnel Giménez se personó en la hacienda acompañado por unos 150 policías, tuvo reuniones con los dirigentes de los carperos, como se les conoce popularmente por vivir en carpas en las adyacencias de los latifundios que consideran irregularmente apropiados por actuales dueños.
Posteriormente, declaró anoche a la prensa que los labriegos rechazaron la orden de abandonar la propiedad del colono brasileño y amenazaron con resistir cualquier intento de desalojo.
Giménez les impuso un plazo de 24 horas para retirarse pacíficamente del lugar pues, posteriormente, se procedería al mencionado desalojo con la intervención de la fuerza pública.
Al propio tiempo, y por la vía civil, la abogada del colono Joao Carlos Bernardes presentó un reclamo para que se proceda a desalojar del lugar a los mil campesinos y sus familiares.
Las tierras ocupadas se encuentran cerca de Montes Corumbí, escenario en junio pasado de un enfrentamiento entre policías y campesinos al practicarse un desalojo, el que terminó con la muerte de 11 labriegos y seis policías, causando una conmoción nacional.
Miles de campesinos sin tierras se encuentran viviendo en carpas en la zona del este del país y en otros departamentos de Paraguay reclamando hace años la cesión de terrenos que consideran mal habidos por sus actuales titulares.
Fuente: ArgenPress
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