Entregaron autorizaciones sobre las chacras del Alto Valle del Río Negro.



Pesados equipos conviven con la fruticultura.

ALLEN (AA).- La empresa Apache perfora en Allen una serie de pozos en procura de gas localizados en el área de la Estación Fernández Oro. Los trabajos se desarrollan en medio de las chacras, lo que complejiza aún más las características del proceso. Afirman que cumplen con todas las normas para proteger el medio ambiente.

La calle rural asfaltada 11, situada al sur de la Ruta Nacional 22, se transformó en los últimos meses en un lugar de permanente tránsito para inmensos equipo petroleros y maquinarias vinculadas a esa actividad.

Con cierto asombro, los vecinos de la comuna han visto cómo en cuestión de pocos días se montan y se desmontan imponentes torres metálicas que contrastan con el paisaje de los frutales de las chacras.

Decenas de tráilers se instalaron en tierra allense donde numerosas cuadrillas de operarios y profesionales trabajan en las tareas de perforación. En tanto, en los barrios cercanos, la llegada de los equipos comenzó a incrementar la actividad comercial y hasta algunas mujeres se organizaron para elaborar viandas y vendérselas a los empleados de las empresas que operan en las zonas de las torres, generando de esa manera una microeconomía informal.

¿Pero qué habrá debajo del suelo?, se preguntan muchos lugareños que a diario observan el intenso trabajo que se desarrolla sobre el trazado de la calle rural 11 como así también en las proximidades. La respuesta es que las perforaciones responden a un proyecto gasífero que lleva adelante la empresa estadounidense Apache orientado a sostener los niveles de producción, apelando al gas atrapado en los reservorios de arenas compactas (tight sands).

Los dos pozos más recientes que están en plena actividad de perforación tienen por objetivo el desarrollo de reservas gasíferas en la formación Lajas.

3.850 metros

Según se indicó desde Apache, al igual que el resto de los pozos encarados en la zona a lo largo de los últimos años, se han utilizan equipos de 1.000 y 1.600 HP para acometer objetivos perforación, fijados a una profundidad final del orden de los 3.850 metros.

Para Apache, el trabajo en esta zona, implica un doble desafío. Primero porque se deben tomar todos los recaudos necesarios para que en la superficie de un yacimiento y teniendo en cuenta la cuestión ambiental, puedan convivir dos actividades como la petrolera y la frutícola.

Para sortear el desafío de alcanzar los objetivos geológicos minimizando el impacto en la superficie se recurre a perforaciones desviadas (con forma de "s") que estiran los tiempos de perforación hasta en un mes. Y apelando a esta misma tecnología, se perforan múltiples pozos desde una misma locación.

En cuanto al subsuelo, allí los desafíos son de otra índole. Sucede que la roca a perforar, entre los 600 y los 2.800 metros, es lo suficientemente dura como para necesitar "fuerza de impacto". Pero a partir de los 2.800 metros no solo es muy dura sino que también es mucho más abrasiva. Es por ello que la herramienta de corte que va al final de la columna de perforación, conocida como trepano, necesita atributos específicos diseñados para las características de esta formación. Todas las perforaciones utilizan fluidos con base agua.

El plan de perforación de la empresa Apache es especialmente gasífero. El proyecto tiene como meta sostener la producción al máximo de la capacidad de la planta de tratamiento de gas en el orden de 1,7 millones de metros cúbicos diarios y también aportar producción incremental para llegar a una producción diaria de 2 millones de metros cúbicos, lo que conllevará a la ampliación de la planta y a la incorporación de una nueva batería.

DIEGO VON SPRECHER

dievon@rionegro.com.ar

http://www.rionegro.com.ar

Cortesía de Movida Ambiental

Comentarios