Comunidades Lafkenche desde Arauco a Hualaihue, participaron en esta actividad que congregó a 400 representantes de comunidades de las regiones del Bío-Bío, Araucanía, Los Lagos y Los Ríos, y que tuvo por objetivo actualizar de manera participativa la agenda de trabajo de la Identidad Territorial Lafkenche, en el contexto de la reivindicación de derechos del pueblo mapuche.
Varios temas se debatieron durante los tres días del Congreso, acordándose en primer término realizar las acciones que “estén a nuestro alcance para incluir en la nueva Ley General de Pesca y Acuicultura nuestro legítimo derecho a extraer los recursos del mar, costumbre que hemos practicado desde tiempos inmemoriales, y que hoy vemos nuevamente amenazada al perpetuar la asignación del control de las riquezas del mar a un número reducido de familias, las mismas que en los últimos 20 años han multiplicado sus fortunas”.
Del mismo modo se acordó que, en el marco de la aplicación de la ley que crea el Espacio Costero Marino de los Pueblos Originarios, también conocida como Ley Lafkenche, “no renunciaremos a solicitar espacios de ríos y lagos, puesto que desde nuestra cosmovisión, estos elementos forman parte de un todo integral que requerimos para ejercer el uso consuetudinario. Asimismo, seguiremos con más fuerza con las solicitudes de espacios costeros, exigiendo ante las autoridades correspondientes la incorporación de nuestros intereses como mapuche-lafkenche en los procesos de zonificación del borde costero”.
La recuperación de la tierra, en tanto, seguirá siendo una de las principales reivindicaciones, se señala en los acuerdos, para lo cual se apelará por la agilización de los procesos administrativos que hoy “entrampan la devolución de nuestros espacios arrebatados. De igual manera, reclamaremos por la reconstitución de nuestros territorios, integrando las dimensiones histórica y espiritual de las identidades de nuestro pueblo”.
Asimismo, y durante los tres días de reflexión, los participantes ratificaron “el estado de sometimiento histórico al que hemos sido expuestos como pueblos, a partir de la aplicación de una legislación invasiva, autoritaria y mercantilista; en que la propiedad privada tiene más valor que la vida, con la imposición de lo individual por sobre lo colectivo, y la que nos impide ejercer nuestros derechos soberanos”.
Finalmente, reafirmaron el desafío de impulsar “la construcción de una nueva forma de convivencia de los pueblos, basada en reconocimiento de nuestro Itrofil Mongen, mediante una asamblea constituyente que geste una nueva constitución, que nos conduzca al Kume Mongen, y no al desarrollo del que hoy nos pregonan, donde una elite con sus poderes fácticos saquean nuestros bienes culturales y naturales”.
Fuente:
Comentarios