Que la Madre Tierra tome la palabra


Recuperemos nuestras sagradas montañas fuentes de todos nuestros torrentes de agua.

Defendamos sus bosques desde la primitiva naciente hasta la puerta misma de nuestras casas. Respetemos la flora nativa como fundamento y nuestra fauna, como si fueran ellas parte misma de nuestra vida, porque en definitiva así lo son y lo seguirán siendo siempre.

Honremos la semilla genuina y alejemos de nuestras fuentes de alimentos todo rastro de injustificada toxicidad. 


Mantengamos como meta mundial sostener los valores de biomasa, biodiversidad e interacción en nuestro entorno natural hasta las profundidades mismas de la mar océano y hagamos que nuestras vidas sean así parte de la vida porque ella es la que nos contiene como sustancia conciente dentro del sentido de marcha que deberá guiarnos en adelante, como lo ha venido haciendo hasta ahora, sin que lo percibiéramos concientemente.

Que la Tierra tome la palabra. Y que integrados a su naturaleza nos proyectemos en el tiempo hacia las generaciones futuras.

Comentarios